El Concilio Vaticano II, convocado por el Papa Juan XXIII en 1959, fue uno de los acontecimientos más importantes del Siglo XX para la Iglesia Católica. Está de más decir que dejó muchísimas joyas para la Iglesia. Una de las joyas fue solicitada por el Papa San Juan Pablo II al entonces Cardenal Joseph Ratzinger, uno de los teólogos más importantes de nuestros tiempos. Este encargo fue el Catecismo de la Iglesia Católica o CIC por sus iniciales. En éste se plasmaron todas las enseñanzas de la Iglesia, todo lo que un católico debe de conocer sobre su fe.

La Disputa del Sacramento, por Raffaello Sanzio da Urbino
En el Catecismo podemos leer a Cristo en las citas bíblicas. Podemos leer también a los padres de la Iglesia, quienes fueron cristianos que vivieron justo después de la ascención de Cristo. Encontramos también a grandes santos como San Jerónimo, el traductor de la Biblia del griego y del hebreo al latín. Él nos enseña que desconocer la Escritura es desconocer a Cristo (CIC 133). Podemos ver también a los grandes pensadores de la Iglesia como Santo Tomás de Aquino, uno de los santos favoritos de Fe Calafia; santo que escribió la Suma Teológica en la cual habla de muchos temas incluyendo sus famosísimas cinco vías, que explican la existencia de Dios por vías de la razón.
Pero existen quienes afirman que el CIC tiene enseñanzas distintas a las de la Biblia. ¿Debería de creerle a la Biblia o al CIC? Si te haces estás preguntas, estás haciendo las preguntas equivocadas. El CIC no enseña nada contrario a la Biblia. Si lees el Catecismo, te darás cuenta que nos alienta a leer la Biblia y a comprenderla. Los padres conciliares y el CIC no sólo buscan que leamos la Biblia, sino que también citan la Biblia más que a cualquier otro documento o libro.
El Catecismo, lejos de estar en un nivel igual o superior al de la Biblia, es una herramienta de enseñanza. Los puntos 11 y 12 del Catecismo establecen lo siguiente:
11 Este catecismo tiene por fin presentar una exposición orgánica y sintética de los contenidos esenciales y fundamentales de la doctrina católica, tanto sobre la fe como sobre la moral, a la luz del Concilio Vaticano II y del conjunto de la Tradición de la Iglesia. Sus fuentes principales son la sagrada Escritura, los santos Padres, la Liturgia y el Magisterio de la Iglesia. Está destinado a servir «como un punto de referencia para los catecismos o compendios que sean compuestos en los diversos países» (Sínodo de los Obispos 1985, Relación final II, B, a, 4).
12 El presente catecismo está destinado principalmente a los responsables de la catequesis: en primer lugar a los Obispos, en cuanto doctores de la fe y pastores de la Iglesia. Les es ofrecido como instrumento para la realización de su tarea de enseñar al Pueblo de Dios. A través de los Obispos, se dirige a los redactores de catecismos, a los sacerdotes y a los catequistas. Será también de útil lectura para todos los demás fieles cristianos.
El Papa, sucesor de Pedro, y el Magisterio de la Iglesia se encargan de guiar sin error al pueblo de Cristo. Es por esto que se realizan concilios como el Concilio de Jerusalén (Hch 15), el Concilio de Nicea y el Concilio Vaticano II. La Iglesia se ha encargado de registrar todas las doctrinas que se afirman en los concilios. El Catecismo resume 2000 años de enseñanzas contenidas en la Biblia y en la tradición.
La Iglesia no inventa doctrinas nuevas para engañar a sus fieles, sino que declara con autoridad las enseñanzas que se han proclamado a lo largo de los siglos. Se declaran docrtinas o dogmas con el fin de combatir herejías. Todas las enseñanzas que nacen de estos concilios pueden ser estudiadas en documentos que se han escrito a lo largo de la historia, así como en la Biblia.
¿Conoces doctrinas falsas plasmadas en el Catecismo? Es posible que te sorprendas que hay quienes defienden eficazmente, con la Biblia en mano, las enseñanzas del Catecismo. A estas personas se les llaman apologistas, pero son las grandes cabezas de la Iglesia como los papas, los santos y los teólogos quienes han defendido las grandes enseñanzas de Cristo y de su Iglesia.
Al final del día el CIC es el equivalente a la base doctrinal de diversas denominaciones cristianas. Tomemos como ejemplo la base doctrinal del «Australian Christian Churches», asociación a la que pertenecen diversas Iglesias como Hillsong Church. En esta base doctrinal se plasman las creencias de estas iglesias. Algunos podrán argumentar que a diferencia del Catecismo, su base doctrinal viene de las escrituras, pero lo mismo aseguran distintas denominaciones como la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús, A.R. (puedes ver su base doctrinal aquí). Si comparamos las doctrinas podemos ver claramente que las enseñanzas son muy distintas.
La Federación Luterana Mundial declara en la Constitución de la federación luterana mundial que:
[…] profesa las Sagradas Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento como única fuente y norma de su doctrina, vida y servicio, reconociendo en los tres Credos Ecuménicos y en las Confesiones de la Iglesia Luterana, especialmente la Confesión Inalterada de Augsburgo y el Catecismo Menor de Martín Lutero, una exposición acendrada de la Palabra de Dios.
Cabe mencionar que las enseñanzas de la Iglesia Luterana, al igual que las enseñanzas de las iglesias antes mencionadas, también provienen solamente de las Sagradas Escrituras. Sin embargo, existen diferencias entre la doctronia Luterana, la doctrina de la Iglesia Catolica, la de la Iglesia Apostólica de la fe En Cristo Jesús y la doctrina de las Australian Christian Churches. ¿Cómo es esto posible?
Creemos que el magisterio de una iglesia es fundamental, pues es el mismo quien tiene la obligación de enseñar y guiar a su pueblo a Cristo, en enseñanzas tanto de palabra como escritas (2 TS 2, 15). Y si bien es cierto que todos seguimos a Cristo, tú, aparte de la Biblia, ¿a través de qué magisterio recibes tus enseñanzas?
Bibliografía
Iglesia Católica (1992). Catecismo de la Iglesia Católica. Ciudad del Vaticano: Libreria Editrice Vaticana.
Sorensen, J. (2013). Is the Catechism «Extra Stuff»?. San Diego, CA: Catholic Answers.
Federación Luterana Mundial, Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos (1999). Declaración conjunta sobre la doctrina de la fe.
Australian Christian Churches (2014). Doctrinal Basis. Sydney, Australia.
Iglesia Apóstolica de la Fe en Cristo Jesús, A.R. Principios Doctrinales. Guadalajara México.