Lectura recomendada 01 – Los diez mandamientos del levantamiento de pesas

Jared y sus «Diez mandamientos del levantamiento de pesas»

Helos ahí, los atletas «cincelados por los dioses» sonrientes presumiendo sus logros. […]

Pareciera que en nuestros días existe una cultura de idolatría al cuerpo y al ejercicio. Lejos de declarar que el ejercicio o la cultura fitness son aspectos negativos del hombre, y advirtiéndonos sobre los peligros de dejarnos llevar por la vanidad y la idolatría al cuerpo, Jared Zimmerer escribe en uno de sus libros el cómo encontrar a Dios en el gimnasio.

Desde joven, Jared ha sido un aficionado a los deportes de contacto y de levantamiento de pesas. Al paso de los años ha descubierto que las horas que pasa levantando pesas son santificables. Una de sus santas favoritas es Santa Teresa de Lisieux y nos explica cómo su espiritualidad de santificar cada momento del día es transferible al momento que pasamos dentro del gimnasio.

Jared comienza su obra reflexionando sobre el primer mandamiento a seguir al levantar pesas.

I. No olvidarás Quien te da tu fuerza

Sansón fue un guerrero de gran fuerza que luchaba contra los enemigos de Dios. Sus habilidades eran incomparables, mató a un león con sus manos y a mil Filisteos con tan sólo la mandíbula de un burro. Aún habiendo sido traicionado por su mujer, relevado de su poder y capturado por sus enemigos, Sansón le pide fuerza a Dios para vengarse de los enemigos del único y verdadero Dios.

Sansón luchando contra el león, por Lucas Cranach el Viejo

Jared nos recuerda que todas nuestras fuerzas provienen de Dios, nuestro Señor. Nos hace entender que cuando unimos nuestras fuerzas y nuestra tenacidad con la voluntad de Dios, podemos llegar a ser imparables.

El autor menciona a grandes figuras como a Charles Atlas y su devoción a la Fe Católica. Descubrimos en su escrito como el hombre que levanta pesas busca claramente la fuerza física. La fuerza física nos puede ayudar a hacer muchísimas cosas positivas. A Jesús le ayudó su fuerza para cargar la cruz a cuestas. Los apóstoles necesitaron de su fuerza física para caminar de Grecia a Roma y de vuelta. A lo largo de la historia, el hombre ha utilizado su fuerza para cazar, sembrar y construir.

Sin embargo, Jared nos dice que también debemos de trabajar en otros dos aspectos de nuestras fuerzas. El primero de estos dos es la fuerza mental.

Tú mente es una fuerza muy poderosa en tu vida; una mente sobre estresada puede causar que el proceso de envejecimiento se acelere o que alguna enfermedad evolucione. También es el motor detrás de tu éxito en el gimnasio y las metas que quieres alcanzar. A través del gimnasio y de los ejercicios mentales de lectura que retan como pensamos, podemos no solamente incrementar nuestro conocimiento, sino que también nos ayudan a ser mejores herramientas de evangelización. [2]

El segundo aspecto de nuestra fuerza que debemos de trabajar es la fuerza espiritual. Jared nos recomienda ir a misa más seguido y fortalecernos a través de los sacramentos. Nos hace entender que la fuerza espiritual es la base de los tres tipos de fuerzas. Vamos descubriendo en su lectura como es que un cuerpo fuerte sin fuerza espiritual es completamente inútil.

Si buscas ejercitarte en el gimnasio y por sobre todo lo demás llegar a la santidad, ¿por qué no santificar esas horas de arduo trabajo en el gimnasio?


Te recomendamos comprar el libro The Ten Commandments of Lifting Weights escrito por Jared Zimmerer para que descubras el resto de sus «diez mandamientos».

Puedes aprender más sobre Jared y sus proyectos aquí.

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